Trapped between two worlds. [3]

Era una noche tan común como cualquier otra, un poco fría y bastante nublada, los insectos reboloteando cerca de los faroles de la plaza, uno que otro perro escondido entre los basureros y la luna iluminando los oscuros cielos. Todo normal, para quien no fuese Jake, el que iba corriendo imaginando toda clase de horrores que
le habían o podrían pasarle a Sullivan.

-¿Como estará?, quizá le enviaron algun monstruo como a mí. O ya esta
muerto en suelo de la casa, junto a un charco de sangre, degollado, cortado, o... no!, tengo que darme prisa - pensaba Jake mientras corría en dirección a su casa más rápido de lo que le daba su cuerpo.

Más de una vez tuvo que detenerse antes de tropezar con sí mismo.
Las sombras le parecían criaturas que lo miraban acosadoramente, y los
gatos en los tejados con sus ojos refulgientes le producían una
extraña sensación.

Llegó a su casa respirando acaloradamente. Sacó las llaves del
bolsillo atarantadamente, los dedos le temblaban, y a duras penas
logró abrir la reja del frente, producto del nerviosismo del cual era víctima.
Pero en el momento en que se disponía a abrir la puerta de la casa,
algo le pasó.

-Esto no está bien, puedo sentirlo, hay algo, algo que no encaja...- se dijo Jake.

Su pulso se había acelerado, y su mente trabajaba afanosamente, era
extraño, ya no sentía el cansansio de hace un momento.

-Sé que cuando abra esta puerta, alguien me va a atacar, lo sé, ¿pero cómo?, o ¿que?- se preguntaba Jake, él que se sorprendió a sí mismo.

-Vamos, esto no puede ser, ¿como puedo pensar estas cosas en momentos como éste?- se dijo negando lo que había dicho hace solo unos segundos atrás.

Ya más calmado, abrió la puerta, no sin una gran cautela, era como si
intrínsicamente supiera algo, lo sentía en todo su cuerpo. Lo que no sabía era que quién lo atacaría, su propio hermano, que estaba siendo manipulado por una fuerza demoníaca.

-¿Hola?, ¿hay alguien ahí?- le pregunto a la oscuridad que se extendía en el
pasillo de la casa. -¿Hola?, ¿Mamá?, ¿Papá?, ahora que lo recuerdo se
fueron a visitar a mi abuelo al hospital.- pensó Jake

Sin saberlo, Sullivan estaba observando cada uno de sus movimientos, y
oyendo sus preguntas sin responderlas. Sullivan estaba fuera de sí,
sus pupilas estaban dilatadas, y tenía el semblante más sobrío que se
pudiese ver en un niño de trece años, era tétrico y lo único que tenía
en mente era acabar con aquella cosa que se hacía pasar por su
hermano. Pero se tomaba su tiempo, quería asestar un golpe solamente,
al corazón, o al cuello, así que sigiloso se escondía en las sombras
para matar al clon de su hermano.

Ya no estaba en el recodo del pasillo, ya que
al oirlo entrar, subió las escaleras que daban al pasillo y lo esperó
mientras lo vijilaba, no quería perderlo un instante de vista.

-Hmmm, debo ver a Sullivan, espero que esté bien- sus temores se
habían ido, era como si algo o alguien le hubiera arrancado la idea que tenía en mente, lo que ahora sentía era algo completamente distinto, no era miedo, estaba alerta.

Camino cuidadosamente, llegó a la intersección del pasillo, giró, primero hacia la izquiera, miró hacia la sala de estar, nada. Luego giró hacia la derecha, en dirección a la cocina, avanzó y se puso debajo del umbral de la cocina, pasó al lado de la escalera sin darse cuenta de que Sullivan lo miraba desde el descanso de la escalera. En ese momento Sullivan se incorporó e imaginando que el clon de Jake se iva a devolver, bajó las escaleras para matarlo.

Jake miró la cocina y todo parecía estar bien, pero algo seguía molestándolo, le picaba en la mente, y le irritaba los ojos levemente. Se giró para subir las escaleras, y en ese momento vió como una sombra se ocultó, como si tratase de esconderse.


-¿Sullivan?, ¿eres tú?- preguntó Jake.

Sullivan pensó apresuradamente

-Entregarse, claro que no, no decir nada, ¿y si viene para acá?, que hacer, que hacer, lo téngo- pensó para sí Sullivan.


Saltó de su escondite y se abalanzó sobre Jake con cuchillo en mano dispuesto a acabar con esto de una buena vez.

Jake comenzó a ver las cosas como en cámara lenta, no podía creer que ese fuera su hermano, estaba muy distinto, siniestro y sombrío. Se acercaba hacia el corriendo con algo que primero no notó, y que luego no creyó, un cuchillo de cocina. Sullivan dió un salto para clavarle el cuchillo en la cabeza.
Con el peso de Sullivan a esa velocidad, lo tumbó al suelo, y Jake estaba forcejeando con su hermano, lo había alcanzado a tomar por las muñecas.

-¿QUE ES LO QUÉ TE PASA?- le gritó Jake
-Cállate, tu ya no eres digno de mi confianza- respondió desafiante Sullivan
-¿Digno de tu confianza?, ¿DE QUE RAYOS HABLAS?-
-¡Ya se quién eres y lo que quieres!, ¡te mataré!-

Aunque Sullivan sólo tenía trece años algo le estaba dando una fuerza sobrehumana, aún así Jake logró zafarse de él. Lo lanzó contra la pared con todas sus fuerzas, sin pensarlo dos veces. Sullivan quedó boca abajo un momento. Jake estaba de pie y jadeando por el esfuerzo, es ese momento no sabía que pensar. Sullivan apoyó las manos en piso y se reincorporó con algo de dificultad, pero en vez de dirijirse hacia Jake, fue hacia la puerta principal.

-¿Que sucede Sullivan?, ¿QUÉ TE PASA?- le gritó Jake


Sullivan abrió la puerta y se puso a correr, pronto se le perdió de vista a un despitado Jake que no sabía que hacer.

Un relámpago desgarró el cielo en ese momento, y comenzó a llover torrencialmente.
Jake estaba bajo el umbral de la puerta principal, con la mirada perdida hacia donde se había ido corriendo Sullivan, se mente estaba demasiado confundida para pensar el algo.

-¿Que ocurrió aqui?- se dijo a si mismo en voz baja. Hace un tiempo habia tomado la costumbre de monologar con sigo mismo.

-¿Por que a mí y por que justo ahora?, no lo entiendo- se hablaba en voz baja y perdida, sin esperanzas de nada.

-¿Que le diré a mis padres?, ¿que es lo que se supone que deba hacer?- se decía a sí mismo Jake.


La lluvia caía bulliciosamente, y un trueno iluminó los cielos. Sin darse cuenta una figura sombría había aparecido de la nada detrás de Jake.

-Ya es la hora- dijo alguien detrás de Jake.

Jake se dio vuelta rápidamente dispuesto a lo que fuera.

-¿Usted?- dijo Jake mientras su temblorosa mano apuntaba acusadoramente a la figura.


Salió de la casa y un nuevo trueno que ilumino la escena dando a relucir la figura de alguien que Jake ya había visto.

Era la anciana del paradero de buses.


continuara...